Tras meses de parálisis, el sector del turismo se prepara para los desafíos de la “Nueva Normalidad” que, por lo pronto, parece favorecer los parajes naturales y a cielo abierto.
El turismo se prepara para su “Nueva Normalidad”, tras las afectaciones derivadas de la pandemia de COVID-19. Más allá del daño económico, el sector se enfrentará a cambios de hábitos y preferencias de los viajeros, nuevas regulaciones y restricciones, entre otros cambios que obligarán a romper paradigmas en la industria.
Durante el primer Simposio Virtual Internacional “La Nueva Era del Turismo”, el presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) Braulio Arsuaga aseguró que la redefinición del nuevo perfil de turista demandará que la industria se adapte a la nueva realidad, a la vez que agregan valor a sus experiencias.
En dicho encuentro virtual organizado por el CNET y el Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur), el secretario de Turismo del gobierno federal, Miguel Torruco resaltó que: “La aparición de la pandemia no vino sino a hacer más evidente el agotamiento y decadencia de los modelos tradicionales de hacer turismo”. Por ello, el funcionario llamó a la unidad para superar los desafíos que impone una nueva realidad.
Nuevas costumbres, viejos patrones
Se espera que entre las nuevos hábitos de los viajeros, surjan algunos cambios permanentes y otros que sólo sean temporales, aseguró Luis Barrios, director General de Hoteles City Express.
En entrevista, expresó que los ajustes que se anticipan serán permanente están ligados a la tecnología y la comunicación. Por otro lado, los temporales se verán en el corto plazo y se relacionan con reducir el riesgo de contagio.
Por ello, se pronostica que las personas preferirán visitar lugares que ofrezcan actividades al aire libre. Además optarán por destinos cercanos y viajes en carretera, lo que beneficiará al turismo local.
El directivo de la cadena hotelera compartió que esta tendencia ya se percibe en países que ya han reanudado sus actividades. Por ejemplo en Estados Unidos, en donde estos meses se ha registrado un incremento en la renta de vehículos para viajes familiares y los autocasas.
Barrios añadió que tomando en cuenta que los primeros cambios en la costumbres de los excursionistas estarán orientados a buscar un entorno seguro, en el semestre final de año, la calidad del servicio deberá orientarse a satisfacer estos nuevos requerimientos. En este aspecto es precisa la cooperación de todos los involucrados desde la agencias de viaje, aerolíneas, empresas de transporte terrestre, hoteles y restaurantes.
Sin duda, la unión de la industria para enfrentar la crisis ya se percibe a nivel mundial. En un reciente informe, la firma de análisis de mercado, Deloitte, resaltó el trabajo realizado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), que junto con empresas y autoridades del sector desarrolló el sello certificador “Viaje Seguro” (safe travel), que se otorga a destinos y empresas que cumplen con las recomendaciones sanitarias.
Estos esfuerzos son vitales para la reactivación de la industria turística. Sobre todo cuando en el análisis de Deloitte se estima que solamente el 18? la población mundial está considerando hacer un viaje en los próximos tres meses.
Tanto Barios de Hoteles CityExpress, como los 50 líderes mundiales que participaron en el simposio del CNET y Deloitte coinciden en que el reto de las empresas dedicadas al turismo, sin importar su tamaño, es alistarse para atender las nuevas exigencias de sus clientes. Además de con las cumplir las nuevas regulaciones. Solo así se recuperar la confianza del turista.