En el mundo actual, después de la pandemia, se incentivó la tendencia de un turismo seguro, sostenible y responsable, en el que los viajeros prefieren visitar sitios donde se aplican sistemas de preservación de los recursos naturales y cuidado de la identidad local.
El turista cada vez es más consciente de la protección de aspectos sociales y ambientales, es decir, un turismo sostenible donde el consumidor demanda de los países, y prestadores de servicios turísticos que contrata, un fuerte compromiso con el entorno que visita.
En respuesta a esa tendencia, la industria turística y hotelera en nuestro país implementó estrategias para satisfacer las necesidades actuales de los viajeros y ejemplo de ello son los hoteles Maraica en Nayarit, Viceroy en Los Cabos y Casa Velas en Puerto Vallarta, que ofrecen a sus visitantes la comodidad de un hospedaje en equilibrio con el uso de los recursos naturales, económicos y humanos sin agotarlos.
El Hotel Maraica, ubicado en la comunidad de San Pancho en la Riviera Nayarit, genera su propia energía con paneles solares, reciclan los residuos y dan tratamiento a sus aguas residuales para reutilizarlas en el riego del jardín ornamental.
“Dejamos de lado el uso de plásticos de un solo uso, unicel y popotes; ofreciendo a nuestros invitados opciones como agua potable en botellas de cristal rellenable, productos de higiene personal y belleza elaborados localmente con esencias naturales y orgánicas. Además, damos uso a frascos reutilizables e insumos de limpieza totalmente biodegradables y ecológicos”.
En cada rincón del hotel, se honra a la enigmática cultura Wixárika (persona de corazón profundo que ama el conocimiento), que habita en la Sierra Madre Occidental de nuestro país, principalmente en los estados de Jalisco, Nayarit, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí.
El edificio de hospedaje fue diseñado con una arquitectura sustentable como son techos de palma, mobiliario en madera parota e inmensos ventanales donde se observa el Pacífico mexicano.
Comprometido con la implementación continua de iniciativas de hotelería ambiental Viceroy Hotels & Resorts en San José del Cabo, utiliza una planta desaladora para producir su propia agua, los accesorios de baño y cocina instalados son de bajo consumo y utilizan menos agua que los accesorios tradicionales.
Las piscinas cuentan con sistema de reducción del uso de cloro, se utilizan botellas de vidrio para el agua purificada en las habitaciones y en restaurantes y bares los popotes, vasos y contenedores son biodegradables a base de maíz y aguacate.
Existe un programa integral de reciclaje que incluye focos, computadoras, teléfonos celulares, baterías y cartuchos de impresora y se implementó iluminación LED, en todas las áreas que así lo permiten, dentro del hotel.
Todos los productos de spa, baños en las habitaciones y baños públicos, como jabones, champú y acondicionadores, son amables con el medio ambiente.
En Casa Velas de Puerto Vallarta el agua de todo el hotel es precalentada por paneles solares instalados en el techo de la propiedad, mientras que los residuos sólidos se separan meticulosamente para reciclar vidrio, plástico, cartón, metal, materia orgánica y materiales tóxicos.
El aire acondicionado en cada suite está programado para usar la menor cantidad posible de energía y los huéspedes pueden contribuir a iniciativas ambientales, porque ellos deciden cuándo serán cambiadas sus toallas y sábanas, colocando una "tarjeta verde" sobre la cama. Los productos utilizados para limpieza y mantenimiento son biodegradables.
La pandemia aceleró los cambios y en su fase de recuperación, el turismo tiene como desafío principal la promoción de una actividad respetuosa del ambiente y la cultura local, preponderando la generación de empleo dentro de la población autóctona del lugar.
En este contexto, la industria del hospedaje debe considerar usar materiales de construcción sostenible o parámetros de bioconstrucción, consumo energético basado en energías renovables y siempre que sea posible, comprar productos locales a fin de impulsar la economía local, contribuyendo así, a mantener el equilibro ambiental y la belleza natural de los destinos que atraen al turismo nacional e internacional.