La desaparición del CPTM y la reducción del presupuesto a Sectur podrían impactar al sector, que cada vez tiene más demandas de parte de los viajeros.
México enfrenta el mayor reto de turismo en los últimos años: mantener la promoción de sus destinos entre los vacacionistas extranjeros, y no perder el lugar que ha ganado como uno de los destinos favoritos para viajar. Sin embargo, los gobiernos estatales aún están trabajando para descubrir cuál es la mejor estrategia para lograrlo.
A escala global, la tendencia es que el turismo siga como una de las principales actividades productivas, tanto en economías desarrolladas como e las emergentes. Muestra de ello es que se estima que en 2020 viajarán un millón 400 mil personas alrededor del mundo, estima la Organización Mundial de Turismo (OMT).
Ante tantos viajeros, las tendencias en turismo se diversifican en función a los segmentos de turistas. De acuerdo con la consultora Trekksoft, los más jóvenes buscan más experiencias y menos lujo. En este sentido, los lugares más buscados son aquellos con una oferta sustentable: comercio justo, aprovechamiento del agua, energías alternativas (celdas solares) y alimentos orgánicos.
Además, se han abierto nuevas rutas a países hasta ahora poco visitados, como Israel, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Vietnam o Tahití, en este afán de buscar nuevas experiencias y conocer lugares que a pocos les interesaban. Y las aerolíneas están abriendo sus tiempos de escala, para que el viajero tenga tiempo de explorar la ciudad a la que llegó, en lugar de estar esperando dentro del aeropuerto por horas.
Los turistas también están buscando conocer la cultura y costumbres locales, por lo que cada vez hay más demanda en servicios que permitan adentrarse en la ciudad que visitan y vivir como sus habitantes, en lugar de pasear como un turista tradicional. Cada vez habrá mayor demanda de servicios y nuevas ofertas que atraigan a las nuevas generaciones, quienes son más demandantes de experiencias que sus padres.
Pero en México, los gobiernos estatales están preocupados porque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha reducido la inversión pública en este sector desde el año pasado.
Eliminan recursos
A su llegada a la Presidencia, la administración federal decidió eliminar el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), argumentando que se destinaba mucho dinero a este órgano, que contaba con 23 oficinas a nivel mundial y cuyo objetivo era promocionar a México en los distintos sectores del turismo.
Gracias al CPTM, el gobierno logró traer la Fórmula 1 a la Ciudad de México; la filmación de la película Spectre de James Bond, que derivó en la organización anual del Desfile de Día de Muertos; y el posicionamiento del Tianguis Turístico como uno de los eventos más importantes para el turismo a nivel nacional.
En noviembre de 2018, Miguel Torruco, titular de la Secretaría de Turismo, explicó que la desaparición del Consejo no impactaría al sector, ni desdibujaría todo lo que se había alcanzado.
Incluso, señaló que la promoción se haría a través de una plataforma tecnológica, para así reducir costos pero mantener el posicionamiento de México. Un mes después, el funcionario informó que trabajaría con la iniciativa privada para conformar un organismo de promoción de los empresarios. Pero hasta ahora, ninguna de las dos propuestas se ha consolidado.
Aunado a ello, la administración recortó 44.7% los recursos de la Secretaría de Turismo para el próximo año, lo que implica que no habrá dinero para promoción, para la coinversión con los gobiernos estatales en infraestructura, y para cualquier maniobra que deba hacer la dependencia en caso de una crisis, asegura Francisco Madrid, director de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac.
Los mandatarios estatales y la iniciativa privada han señalado que la falta de recursos y la promoción de México a nivel internacional podrían colapsar a la industria. De hecho, a lo largo del año mostraron cifras nada alentadoras.
En julio y agosto cayó 3% el tráfico de pasajeros internacionales a Los Cabos, Cancún y Puerto Vallarta; y para la temporada junio-diciembre se perdieron un millón de asientos en vuelos internacionales. Y el mercado nacional no es muy diferente: el turismo se contrajo 2.8% en el primer trimestre del año.
Buscan soluciones
Al ver el panorama nacional, los mandatarios estatales y los empresarios están trabajando en posibles estrategias con las que se pueda mantener las cifras positivas en turismo.
En meses anteriores, el presidente de Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), José Manuel López Campos, expuso que la iniciativa privada está formando nuevas alianzas para seguir con las acciones de promoción.
Por ejemplo, Guanajuato estableció mesas de trabajo colaborativo con Zacatecas, CDMX, Guadalajara, Querétaro y Aguascalientes para llevar una promoción conjunta a nivel internacional. Al mismo tiempo, el estado ya contempla una estrategia con una empresa privada para que posicione a México en las ferias internacionales.
Los empresarios de los nichos de turismo también están trabajando en sus áreas. El turismo de negocios está abriendo espacios y una oferta atractiva de esparcimiento en ciudades como Chihuahua, León, Guadalajara y Puebla, para atraer más eventos y convenciones.
En tanto, el turismo de salud y wellness mantienen una inversión constante en infraestructura para ofrecer servicios de excelencia a los viajeros nacionales e internacionales interesados en estos sectores.
La oposición también ha planteado nuevas formas de impulsar el turismo en México. El 3 de octubre pasado, Mayuli Martínez Simón, senadora del Partido Acción Nacional (PAN) anunció la creación de la Cruzada Nacional por el Turismo, cuyo objetivo es incluir al turismo en la Constitución y establecer una política de desarrollo para la sociedad.
De acuerdo con la iniciativa, el turismo se incluirá en el artículo 28 de la Constitución para ser considerada como un factor de desarrollo económico a nivel nacional, como en su momento se consideró al ferrocarril y al petróleo.
La propuesta fue apoyada por los senadores del PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, quienes representan a distintos actores del gobierno, del sector empresarial y a los ciudadanos que tienen en la industria turística su fuente de ingreso.
Mientras el tiempo pasa y la propuesta gubernamental se desarrolla, la iniciativa privada deberá sumar esfuerzos para mantener la marca México en la mente del viajero mundial: las experiencias que puede ofrecer el país favorecerán esta promoción.