La parálisis ya no es la respuesta: la gente comienza a moverse. La industria turística está lista y ahora es el turista quien puede seguir acciones complementarias para su seguridad.
¿Sabías que solamente 10 por ciento de las personas que planean un viaje consultan a un médico para ver si están en óptimas condiciones para hacerlo? Esto debería ser una condición importante en tiempos normales y un requisito indispensable en la pandemia por COVID-19, comenta Jorge Baruch Díaz, jefe de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero, de la Facultad de Medicina, de la UNAM.
“Tomar la decisión de viajar implica una serie de consideraciones de salud”, añadió el especialista. No se trata solamente de la condición física del viajero —que siempre ha sido importante— sino, además, del contexto social y de los nuevos requisitos impuestos por distintos países, en coordinación con la Sociedad Internacional de Medicina del Viajero (ISTM).
A final de cuentas se trata de evaluar el riesgo que implica desplazarse. En el protocolo se plantea un modelo de viaje, en el contexto de la pandemia por SARS-Cov-2, basado en tres componentes:
- Estratificar el riesgo. Aquí se refiere a clasificar al viajero tras una revisión médica: ¿está en condiciones de trasladarse, tiene alguna comorbilidad, inmunodepresión, está en tratamiento de alguna enfermedad crónica, cuál es su edad? Todo esto ayuda a determinar si sus condiciones son óptimas para el viaje.
- Las características del itinerario. En el contexto de COVID-19 esto es muy importante, asegura Baruch Díaz. Hoy se considera que viajar en avión es seguro, al igual que en un automóvil particular, no tanto en un vehículo terrestre de pasajeros, especialmente si no tiene consideraciones de sana distancia y adecuada ventilación.
En este rubro se incluye a la transportación marítima, si bien hasta agosto de 2020 permanece suspendida, al menos a nivel turístico, en todos los países.
“El destino también es definitivo. Por ejemplo, para viajar en la República Mexicana hay que considerar el semáforo epidemiológico: ¿Se moverá de una región en naranja a otra en rojo? Claro que no es recomendable y habría que estimar que, por ejemplo, es probable que ahí no haya disponibilidad en servicios de salud, aún si se tratara de atender algo que no tenga relación con COVID-19”, detalló el médico.
Hay destinos que cuentan con la certificación de seguridad del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) y eso puede ser una referencia en la decisión del viaje; también es importante que los centros de hospedaje cumplan la normatividad sanitaria acordada por las autoridades y empresas del país.
- Políticas y requerimientos sanitarios migratorios, tanto en viajes terrestres como en fronteras internacionales. Aquí, de acuerdo con el especialista, intervienen varios aspectos: las solicitudes que hagan los medios de transporte para admitir a los viajeros, así como los requisitos de los países que visitarán e, incluso, las exigencias de la empresa a la que asisten, en el caso del turista de negocios.
“Incluso algunos países requieren pruebas o certificados de salud que incluyen PCR u otros análisis, como una especie de pasaportes inmunológicos. Hay que considerar en la planeación si los destinos exigen que haya cuarentenas al arribo de los visitantes, si se solicita la contratación de Seguros de Gastos Médicos Mayores… todo esto está funcionando tanto para turistas, como para estudiantes y hombres de negocios”.
Estos tres pilares fungen como requisitos establecidos para el viajero, tanto local como internacional, en esta pandemia. Ciertamente, se trata de cumplir con normatividades y trámites, pero implican algo también relevante: la responsabilidad del viajero.
Yo viajero, soy responsable...
Más allá de protocolos y etiquetas, la actitud del viajero es una condición de gran peso para la reactivación del sector turístico: observar y guardar las medidas de seguridad debe formar parte de una experiencia positiva.
Jorge Baruch Díaz, de la Clínica de Atención del Viajero, señala algunos de esos comportamientos, especialmente importantes en los espacios públicos, tales como portar cubrebocas en todo momento, desinfectarse las manos constantemente, usar albercas al aire libre y siempre guardar sana distancia, entre otros.
“Tenemos que reactivar la economía de manera responsable. Estamos entrando a una fase de Nueva Normalidad en donde la actividad colectiva es importante”, comenta en conferencia Carlos Olivos, director de Comunicación de Airbnb. “Vemos ya la reactivación de los viajes domésticos, con alojamientos a corto plazo y en esta etapa es muy importante seguir los protocolos de sanidad”.
Airbnb tiene protocolos de limpieza para alojar a sus huéspedes, basados en los criterios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en coordinación con la Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD) y la Facultad de Medicina de la UNAM. En estos orienta al anfitrión a seguir medidas de desinfección, para tranquilidad de los invitados.
“México está entre los 10 países con mayores protocolos de limpieza avanzada entre los anfitriones”, comenta Olivos. Esto da un atractivo extra al alojamiento. Los anfitriones que se ajustan a esos procesos se colocan dentro de las mejores posiciones de la aplicación y sus propiedades son hasta tres veces más solicitadas que el resto.
Pero, al igual que ocurre con hoteles, restaurantes y medios de transportación, aquí también es muy importante que el viajero practique el autocuidado y la responsabilidad hacia los demás.
“Cada persona debe reforzar sus hábitos,evitar tocar puertas y generar una constante limpieza de áreas (...) debemos desinfectar al menos dos veces al día los espacios compartidos con toallas y aerosoles desinfectantes, sin olvidar nuestro celular, pues es el aparato que, por su uso, puede alojar más gérmenes”, señala Amada Alcalá, experta en desinfección de Instituto Cloralex.
¿Qué otras medidas pueden seguir los viajeros en los tiempos del COVID-19, por recomendación de Viva Aerobús, Airbnb y el Instituto Cloralex?
- Realizar una revisión médica antes del viaje
- Check-in por vía electrónica (web o aplicaciones)
- Desinfectar el equipaje, antes de salir de casa, con una solución o aerosol
- Portar el cubrebocas, todo el tiempo
- Mantén sana distancia todo momento, en salas de espera y filas de abordaje
- Puedes rociar con aerosol desinfectante las sillas de espacios comunes
- Prefiere los pases de abordaje que ya están en tu celular, para que solamente tú los toques
- Desinfecta los objetos de contacto con toallitas desinfectantes
- Usa medios de pagos contactless o, en su defecto, con tarjetas bancarias. Evita el efectivo
- Al llegar a tu destino, vuelve a desinfectar la maleta antes de abrirla
En las salas de espera, durante los trayectos, con el equipaje… en todo momento el viajero debe observar medidas de limpieza y desinfección, que se convertirán en hábitos dentro de la cultura turística, en todo el mundo.