Viajeros norteamericanos, jubilados y ejecutivos de la alta dirección optaron por los bienes raíces de descanso para pasar el confinamiento por covid-19
En pleno 2020, adquirir propiedades vacacionales se convirtió en una meta de interés para pasar temporadas más largas durante el confinamiento por la pandemia. Lo mismo en Quintana Roo que en Los Cabos, por mencionar dos de los puntos más solicitados, el sector de ventas de casas de descanso se mantuvo activo, en un tiempo en el que otras formas de turismo cayeron a su mínima expresión.
“Esta condición motiva a que varios grupos y segmentos de mercado [tanto nacionales como extranjeros] quieran adquirir propiedades residenciales [segundas residencias o vacacionales] en destinos en los que han generado cierta lealtad [por lo regular, antes de adquirir una residencia vacacional las personas registran visitas previas al destino de tres y cinco veces], que conectan y gustan de la oferta (local)”, comenta Pedro Delgado Beltrán, director de Hospitality de Newmark México y LATAM.
La firma de consultoría y asesoría inmobiliaria ha sido una de las que han señalado el repunte por adquirir casas, como una inversión para resguardar valor en tiempos de incertidumbre económica, pero también como destinos para pasar el confinamiento en espacios rodeados de naturaleza… y con wifi para continuar el trabajo a distancia.
“La evolución y el ritmo de venta de las propiedades vacacionales ha tenido buen desempeño en destinos de playa, algunos destinos coloniales y otros tantos destinos que ofrecen el contacto con la naturaleza, en donde los nuevos residentes se sienten como locales y se apropian [participan] en la convivencia de los espacios en dichos destinos”, aporta Delgado Beltrán.
Datos de Newmark México señalan que si bien hasta 2019 las ventas en este rubro tenían un comportamiento creciente, durante 2020 —marcado por la contingencia sanitaria— las ventas se incrementaron comparativamente con el año anterior: “De una manera disruptiva y contrastante a las condiciones que imperan en la mayoría de los sectores e industrias de la economía formal”.
Por ejemplo, continúa el reporte de la consultora, localidades fronterizas como el corredor Tijuana-Rosarito-Ensenada, destinos de playa (Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, Los Cabos, Riviera Maya), destinos coloniales y Pueblos Mágicos (San Miguel de Allende, Todos Santos, Ajijic, etcétera), entre otros, son lugares con apetito por parte de compradores extranjeros, pero para los nacionales la oferta de sitios y destinos es mucho más amplia.
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Qué se busca hoy en una residencia de descanso
El contexto de la pandemia favoreció la actividad inmobiliaria en el rubro de las casas de descanso y las propiedades vacacionales. Pedro Delgado Beltrán, director de Hospitality de Newmark México y LATAM, detalla los siguientes aspectos como los factores-clave en su adquisición:
- La tecnología y los conceptos de sustentabilidad en los destinos turísticos son cada vez más apreciados por los compradores de segundas residencias. El primer factor por la conectividad con el mundo para seguir teniendo presencia, formación y generar negocio, y el segundo por conectar de nueva cuenta con valores básicos que se han ido perdiendo con los modelos de desarrollo de décadas pasadas.
- Recuperar parte de la inversión bajo el modelo de Airbnb. La propuesta de venta por parte de algunas agencias de asesoría en bienes raíces refieren la operación de compra como una inversión que puede generar rendimientos al incorporarla a esquemas de operación de hospedaje como la plataforma “Airbnb”, apoyando y convenciendo a un mayor número de personas en la decisión de compra.
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- Vivienda de larga temporada. Durante la pandemia muchas de estas propiedades vacacionales (segundas residencias) se convirtieron en primera residencia para propietarios, y en otros casos ocupadas por familias como residencia temporal en renta por periodos de tiempo prolongados, ofreciendo la facilidad de cambiar de entornos y ambientes por la libertad de movilidad (atendiendo protocolos de bioseguridad) que esta condición de pandemia presenta.
- Cuestión de perfiles. En términos generales, las personas que adquieren segundas residencias son personas que tienen resueltas en gran medida temas como vivienda, salud, trabajo, etcétera, en su lugar de origen, con una solvencia que les da la oportunidad de adquirir activos adicionales, por lo que no necesariamente existe una urgencia por deshacerse del activo por esta condición sanitaria.
- Formación de comunidades sustentables. Es justo reconocer que la pandemia está generando una afectación económica que impacta en el corto plazo, mermando en algunos casos la capacidad económica de las personas en el mundo, sin embargo este periodo de tiempo forzado invitó a la reflexión y replanteamiento de muchos paradigmas que regían nuestro día a día, anticipando a mediano plazo el robustecimiento y la confianza por emprender acciones en base a ideas propias, siendo mucho más conscientes de la convivencia humana en comunidad con la naturaleza.
Por tanto, la oferta de espacios de residencia vacacional en donde se están privilegiando estas dos condiciones (de comunidad sustentable( seguramente tendrá un bono adicional de interesados en un mercado que presenta perspectivas positivas en el mediano y largo plazo.
México es reconocido en el mundo como un destino turístico, con una rica oferta cultural, gastronómica, de entornos naturales, playas y de experiencias y que además goza de un extraordinario clima y una destacada hospitalidad de su gente. Por fortuna, estos activos no han desaparecido ni mermado en la pandemia.
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