Luces de esperanza iluminan la industria restaurantera en México. Tras dos años de enfrentar los embates de la pandemia, la escalada de precios y el cierre de miles de establecimientos, el sector se encuentra en la antesala de un 2024 marcado por el crecimiento y la expansión.
Se proyecta un crecimiento del 4% para el próximo año, impulsado por la apertura de alrededor de 80,000 nuevas unidades, según estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac). Se espera que el valor de la industria alcance los 300,000 MDP, regresando a los niveles previos a la pandemia.
Germán González, presidente de Canirac, se muestra optimista ante este panorama: "Será un año de crecimiento real. La perspectiva es positiva, anticipamos un año con gran actividad económica y la apertura de aproximadamente 80,000 nuevas unidades".
Sin embargo, los retos no se evaporan. Los restaurantes se enfrentan a una nueva dinámica de consumo, con comensales que buscan opciones más flexibles y ajustadas a sus presupuestos. Elena Zamora, responsable de una cocina económica en la Ciudad de México, describe cómo ha tenido que adaptar su oferta: "En lugar de una comida corrida, compran 30 pesos de arroz o 50 pesos de guisado".
Las estrategias de diversificación y el ajuste de precios son claves para la supervivencia de los pequeños negocios. Verónica Solís, propietaria de una cafetería en Tlatelolco, comparte su experiencia: "Los ahorros los usamos para mantenernos y decidimos parar la inversión de una nueva cafetería. Ahorita estamos viendo nuevas ubicaciones para ver si el año que viene abrimos otro local o mejor ampliamos este".
Los grandes conglomerados también se suman a la ola de expansión. Alsea, por ejemplo, tiene como objetivo abrir 2,000 unidades de Starbucks para el año 2025 y alcanzar la apertura de la tienda número 1,000 de Domino 's Pizza el próximo año.
La recuperación del sector restaurantero es un proceso gradual, pero significativo; se han recuperado las unidades perdidas durante la pandemia y no se han reportado nuevos cierres. "Experimentamos la pérdida del 40% de los negocios y llevamos años en el proceso de recuperación. En la actualidad, contamos con un número similar de empleos, unidades económicas y transacciones que se registraban antes de la pandemia", afirma González.
El 2024 se perfila como un año de transformación para la industria restaurantera mexicana. La innovación, la adaptación a las nuevas tendencias de consumo y la búsqueda de la eficiencia serán claves para consolidar el crecimiento y asegurar un futuro próspero para este sector fundamental en la economía del país.
Además de los desafíos mencionados en el texto original, vale la pena destacar otros aspectos que podrían afectar el panorama del sector en 2024:
- La inflación: Si bien se espera se mantenga en niveles controlados, un repunte inesperado podría afectar el poder adquisitivo de los consumidores y, por ende, la demanda de servicios restauranteros.
- La competencia: La creciente competencia en el sector, especialmente en el segmento de las plataformas digitales de entrega a domicilio, obligará a los restaurantes a redoblar sus esfuerzos en diferenciación y calidad.
- Los cambios en las preferencias de los consumidores: cada vez son más exigentes y buscan experiencias gastronómicas personalizadas y saludables. Los restaurantes que no se adapten a estas nuevas tendencias podrían perder terreno en el mercado.
En definitiva, el 2024 será un año crucial para la industria restaurantera mexicana; el sector tiene la oportunidad de consolidar su recuperación y avanzar hacia un futuro más sólido y sostenible. La clave estará en la capacidad de adaptarse a las nuevas exigencias del mercado y aprovechar las oportunidades que ofrece un panorama en constante transformación.
