Quesadillas de huitlacoche, patitas de puerco, tostadas de pata y el pozole tan distintivo de las tierras mexicanas, cruzaron fronteras de la mano de Rita Sánchez, la cocinera que ha enamorado paladares en España.
Ella, ha sido nombrada embajadora de la comida mexicana, pionera de nuestra gastronomía en el extranjero, ha asesorado a restaurantes y colaborado en diversos proyectos como el Primer Tianguis Internacional de Pueblos Mágicos en España, y es directora gastronómica del Restaurante Indiano, en Madrid, pero el camino no ha sido fácil.
En entrevista con Conexiones 365, relató que esta historia de éxito comenzó en la cocina de su casa, en su natal Guadalajara, Jalisco, al notar el desfile de olores, colores y sabores mientras su mamá, abuelas y tías preparaban comidas especiales para festejos familiares.
La investigadora culinaria Rita Sánchez, se mudó en 1993 a España, nación a la que llevó la comida que por sus raíces, herencia cultural, diversidad e importancia, ha sido considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La mexicana abrió uno de los primeros restaurantes de comida mexicana en España, La Taquería del Alamillo. Los obstáculos fueron diversos; por ser mujer, por la falta de ingredientes mexicanos en aquel país, y hasta por la vergüenza de sus connacionales por sus propias raíces.
“Comencé trabajando en un restaurante mexicano como camarera, al año y medio más o menos decidimos abrir nuestro propio restaurante porque yo veía que hacían falta algunos platillos que eran emblemáticos de México”, relató.
“No había pozole en ninguna parte de España, creo que ni en Europa, no existía el pozole como tal, como lo que comemos nosotros en México”, agregó.
Al darse cuenta que uno de sus principales obstáculos era la nula existencia de ingredientes básicos de la cocina mexicana en España, decidió abrir su propia comercializadora “La Canasta Mexicana”, que se presume, fue de las primeras en España y toda Europa, y cuyos primeros productos cruzaron por una maleta.
“Trajimos, haz de cuenta, de chiles secos hasta maíz para pozole, productos que prácticamente aquí no los encontraba, porque yo todo lo traía en la maleta, yo todo traía para para preparar lo más parecido a México y pues así fue como comenzó todo”, recordó.
Además, Rita tuvo que ver de frente al machismo, ya que varios distribuidores, restauranteros y camareros no estaban adecuados a hacer negocios o recibir instrucciones de una mujer.
“Cuando venían a pedir un trabajo era como: ‘¿por qué no me pueden mandar su esposo?’, ‘¿por qué no me puede mandar otro hombre?’ Eran como los estereotipos de: ‘tú en la cocina’. Sí me costó muchísimo trabajo”, se sinceró.
Pero el obstáculo que dijo, más le costó afrontar, fue el hecho de que su comida fuera menospreciada en el país europeo, donde se le estigmatizaba como barata, y que los mismos mexicanos la desdeñaran por vergüenza.
“Nosotros entre los mismos mexicanos no nos ayudamos, ni le damos el valor que tiene nuestra gastronomía, ni nos sentimos orgullosos de que alguien esté apostando fuera de México por unos platillos que para ti, a lo mejor no son tan importantes, pero que son parte de tu raíz”, añadió.
Actualmente, las cosas han cambiado, los españoles se han abierto a adoptar la comida mexicana y existen muchos restaurantes de este tipo.
La chef Rita Sánchez, alentó a los jóvenes que quieran emprender su propio negocio en cualquier lugar del extranjero a no rendirse, a conducirse siempre con reciprocidad hacia el cliente, y a sentirse orgullosos de su cultura. A la sociedad, pidió valorar el esfuerzo que los cocineros hacen por llevar la cocina mexicana a diversos confines del mundo.
“Que valoren, que hablen de su gastronomía, que se sientan súper orgullosos de todo, te guste el platillo o no te guste, que sean como unos embajadores, ya sea en España, ya sea en Inglaterra o en cualquier parte fuera de México o hasta el mismo México, valorar a la gente que está haciendo un esfuerzo por hacerte sentir en casa”, concluyó.
