Verde que te quiero verde: las mejores prácticas en la industria de alimentos y bebidas hoy están vinculadas al cuidado ambiental y a la contribución social.
Entre las mejores prácticas de la industria de alimentos se reconoce una intersección muy actual: calidad en los alimentos, haciendo esquina con la cultura a favor del medio ambiente y de la participación social. Este cruce de vías conduce hasta las empresas gastronómicas del siglo XXI.
Así lo explicó Cristóbal Mariscal, presidente de la Rama 17 de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), que concentra rubro que reúne a los productores de alimentos, bebidas y tabaco.
“Hoy, el consumidor busca productos con empresas que están comprometidas con el ambiente y la sociedad en su conjunto. Los clientes están más conscientes del cambio climático y sus afectaciones, así que buscan productos y servicios que no lo impacten, por ejemplo, con los empaques que los contienen o por los desechos que se generan”, afirmó en entrevista con Conexiones 365.
Hay un mercado creciente que demanda a los alimentos y bebidas que consume un carácter íntegro en lo social y ambiental. Por otro lado, cada día hay más empresas mexicanas —y en el resto del mundo— que cumplen con esas exigencias, y con creces. Por eso se creó la primera edición de Goula Awards, en donde se registraron más de 200 participantes, desde emprendedores, pymes y grandes empresas de la industria, en las cinco categorías que evaluó un panel de expertos.
Cristóbal Mariscal fue uno de esos jueces. Destacó que entre todos los participantes de la industria se observó un conciencia extendida sobre la importancia de respetar el medio ambiente a través de la economía circular.
“Reutilizar, reciclar y reusar son pilares en las operaciones, no solamente porque son un camino para abatir costos a través de la reducción de desperdicios, sino también porque tienen un menor impacto en el ambiente”, dijo.
Los ganadores obtuvieron un reconocimiento físico, así como un sello que validará los atributos de la categoría en la que se hizo ganador, mismo que podrán ocupar durante todo 2020 en todas sus acciones comerciales y de comunicación.
Conceptos que benefician a todos
Desde el punto de vista de la industria, prosiguió Mariscal, hay un compromiso con buscar materiales tanto en los insumos y su preparación, como en los empaques que los contienen.
“Por otra parte, no podemos dejar de hablar de ‘impuestos verdes’, pues también entre los gobiernos hay una mayor conciencia por abatir al cambio climático y gravar a quienes generen residuos que afecten el ambiente, como un mecanismo para desincentivar esas fuentes de contaminación”, explicó.
Como ejemplo de lo expuesto, dos ganadores del certamen 2020 de Goula Awards. Uno, en la categoría “Mejor empaque ecológico” con Frutihelados de Lemarsa, que venden sus helados en las cáscaras de la fruta con la que fueron producidos: cáscaras de coco, naranja o plátano, por ejemplo, que son sus empaques: sin desperdicios, totalmente biodegradables y con una estupenda presentación al consumidor.
Otro botón de muestra fue la empresa ganadora del rubro “Mejor producto o marca sostenible” para Cervecería Monstruo de Agua, que fabrica cervezas híbridas, con ingredientes como aguamiel de maguey, miel de abeja, frutas, cilantro, jengibre, té limón y jamaica. Esta propuesta etnobotánica pretende dar una identidad mexicana a la marca —cuyo logo es, además, un ajolote—, al tiempo que trabaja con proveedores locales, para generar eslabones económicos en sus comunidades.
La empresa desarrolló un sistema de captación de agua de lluvia que ayuda como impermeabilizante, con lo que usa menos material filtrante al año. Todos sus residuos orgánicos sólidos son compostados y sus botellas son reciclables.
Apenas dos muestras de las propuestas de las empresas de nueva generación, que con productos nacionales, creados por diversas comunidades locales, generan alimentos y bebidas de categoría gourmet, que aportan triple valor a la sociedad: al consumidor, a los productores y al entorno.