El interiorismo empieza justo cuando logras despertar sensaciones y crear una percepción positiva en el target o consumidor, expuso el académico Luca Cafasso, profesional en marketing y comunicación dentro del ramo restaurantero.
En los restaurantes, el interiorismo es muy importante porque tiene que transmitir parte del posicionamiento de la marca, en la cual es esencial la personalidad de una cocina con materiales y colores, la distribución de los espacios, elementos decorativos y mobiliario confortable “el escoger una silla solo por la forma y el tamaño, puede cambiarlo todo”, dijo.
Mencionó la importancia del marketing sensorial, que es poder crear emociones y conductas en el cliente-consumidor a través de los 5 sentidos, “la mayoría de los conceptos entran en nuestro cerebro por la vista, aunque para poder crear una experiencia tengo que usar el olfato, el gusto, el oído y el tacto”.
El experto explicó que la parte visual forma parte de una estrategia de acercamiento y atracción a los target-consumidores, que pueden ser por generación, por tipología de uso o definitivamente por tema.
Bernd Schmitt, especialista en marketing internacional, refiere que nuestra memoria retiene un 1% de los que tocamos, el 2% de los que se escucha, el 5% de lo que percibimos por estímulos visuales, el 15% de lo que capta nuestro sentido del gusto y el 35% de los que olemos, por lo tanto, pueden convertirse en grandes aliados para comunicar aquello que queremos sobre nuestra marca.
Luca Cafasso, destacó que el interiorismo no es un elemento aislado en el marketing, es parte una estrategia global, “no se trata de decir qué bonito está, aunque la gente lo diga, sino el bonito que está, tiene que estar incrustado a todo lo que se llama identidad que es la imagen de la marca.
El interiorismo también tiene que estar conectado con el target al cual yo me dirijo, si son personas formales y elegantes, esto es que también define un tanto el estatus o si se trata de jóvenes que quizás buscan un lugar más de tendencia, mencionó Luca Cafasso.
Comentó que también es una inversión, por ejemplo, las franquicias, las cuales deben remodelar eventualmente “es una inversión importante para el franquiciatario, entonces tiene que estudiar un poco, la forma para actualizar la imagen, que le puede repercutir en una mejora de sus ventas”.
En lo que concierne a las cadenas de establecimientos de alimentos, el interiorismo también es parte de un código de reconocimiento, como son las marquesinas y la marca, “es como si fuera un traje, un uniforme y tú esperas que ese uniforme se repita porque fundamentalmente es parte de un reconocimiento visual que te permite tener una ventaja respecto a los demás y a saber con quién estás o a quién vas”.
El interiorismo también es parte de un concepto llamado estandarización, sobre todo cuando hablamos de cadenas, donde se trata de mantener la más fiel imagen original del establecimiento para dar confianza al cliente.
La búsqueda de sensaciones
En el libro “Importancia del Interiorismo Analizada desde Diferentes Enfoques”, la arquitecta Celia Noemí Beltetón Pérez, explica que instintivamente el hombre ha intentado embellecer su entorno desde que decoró las paredes de las cuevas con pinturas primitivas y aunque no existen indicios que comprueban que las pinturas rupestres fueron creadas con fines ornamentales, es innegable que representan una prueba que el hombre ha sido un ser creativo, y una de las maneras que ha encontrado para expresarse y demostrar su creatividad ha sido el arte.
En el capítulo “Hacia un Interiorismo que Satisfaga las Necesidades del Ser Humano”, explica que comer es una actividad que se realiza no sólo para satisfacer una necesidad fisiológica, sino además el ser humano, que es por naturaleza un ser social, asocia la mayoría de sus actividades sociales con la actividad de comer.
Por esa razón el diseño de interiores debería tomar en consideración que satisfacer esta necesidad no sólo involucra la determinación de un espacio y la elección de mobiliario sino además se deben considerar otros aspectos como la psicología del color. Por ejemplo, los colores cálidos, sobre todo el naranja y el rojo estimulan el apetito y la conversación; estos colores además activan y mejoran la digestión.
Según la cromoterapia; la luz es otro aspecto que puede producir sensaciones, una luz amarilla y tenue es más relajante y produce mayor apetito que una luz blanca deslumbrante.