Cuando el reto es mantener la operación con perspectivas a crecer en medio de la astringencia económica, llega el tiempo de explorar otras formas de hacerse de recursos: asociaciones, alianzas y sociedades forman parte del menú para analizar.
La disrupción derivada de la pandemia por covid-19 representa un parteaguas en la economía global. Es decir, se ha traspasado una frontera y lo que sigue es explorar terreno y formar nuevos caminos: incluir nuevas tecnologías, encontrar nuevos nichos de mercado, renovar, remodelar, innovar... Y para todo eso se requiere financiamiento. ¿Es tiempo de adquirir un crédito?
“Es necesario plantearse qué pasará en 2021”, comentó César Ramírez, socio-líder de la práctica de Turismo y Hospitalidad en la consultora KPMG. “Sostener la operación se ha convertido en algo vital y no sabemos hasta qué punto se recuperarían los ingresos que permitirían pagar el financiamiento que se adquiera ahora”.
El especialista citó el estudio “Perspectivas de la Alta Dirección en México 2021. Emerger ante la nueva realidad”, de KPMG, para detallar algunos de los aspectos más relevantes para la toma de decisiones de las personas al frente de los negocios.
Uno de los hallazgos que eligió fue el dato que señala que 81 por ciento de los encuestados no regresará a las estrategias de negocio previas a la pandemia, aún si la vacuna contra covid-19 fuera lanzada en el primer semestre de 2021. Es decir, el regreso a la “normalidad” de ninguna manera implica volver a las prácticas previas a la crisis sanitaria.
Además, la adopción de nuevas tecnologías se ha acelerado durante la pandemia, de acuerdo con nueve de cada 10 encuestados (87%), quienes consideran este factor como fundamental para lograr la transformación digital de las organizaciones.
En cuanto a las acciones que la Alta Dirección considera más relevantes para su empresa en 2021, de acuerdo con el estudio de KPMG, destacan:
- Salud y el cuidado de los colaboradores (93%)
- Innovación en modelos híbridos de negocio y mercado (físicos y digitales) (81%)
- lnversión en ciberseguridad (77%)
- Prevención de fraudes (72%)
- Reestructuración financiera (60%)
Mientras que 2021 sigue viéndose como un año de desafío operativo, anotó el especialista, 2022 y 2023 se proyectan como un tiempo de recuperación. “Ahora bien, la estrategia de la nueva normalidad se pondrá en marcha con base tecnológica y, para regresar fortalecidas para el crecimiento, las empresas no deben esperar a reactivarse e invertir hasta estemos en plena etapa de recuperación, sino que deben iniciar antes, para aprovechar las oportunidades que ofrecerá el mercado”, explicó Ramírez.
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Es todo un arte: no contratar créditos que puedan resultar impagables por una operación retada, pero tampoco esperar hasta que el mercado se recupere —y lo hará, tarde o temprano: las economías son cíclicas— pues para ese entonces hay que tener una oferta atractiva para viajeros, en el caso de la industria turística. ¿Se puede lograr?
“Sí, ahora es cuando el sector turístico puede buscar alternativas”, apuntó el consultor de KPMG. “Por ejemplo, si el hotel es de servicio tradicional podría transformarse en un all inclusive determinado por la demanda del huésped, digitalizado, que incluye plazas y restaurantes, para recuperar la operación de la hotelería”.
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Caminos creativos que están emprendiendo diversos empresarios, de acuerdo a lo que comparte Edward Stead, fundador de Juntos Somos más Fuertes, red establecida en agosto de 2020.
Diálogos multidisciplinarios
La necesidad de una comunicación multidisciplinaria y ágil entre empresarios promovió la creación del grupo Businessmen Multitasking. No es una empresa, ni una ONG o un club: es una red de empresarios a la que solamente puede ingresarse por invitación. Es digital, no cobra cuotas y su objetivo es, simplemente, que líderes de negocios puedan exponer sus dudas y experiencias, para intercambiar ideas y soluciones a los retos que hoy enfrentan.
“A raíz de la pandemia nos dimos cuenta de que necesitamos un espacio de comunicación directa entre empresarios para resolver los retos a los que nos enfrentamos y así surgió la red”, explica Edward Stead.
Hoy cuentan con 7,200 participantes en ese foro de habla y escucha. “Si estoy buscando una solución y voy con un grupo financiero, y luego con uno de logística y luego con otro de tecnología seguramente me voy a tardar un mes en resolverlo. Pero aquí, en un mismo foro, tengo dialogando a la gente de la cadena de abasto y a sectores complementarios. Las soluciones llegan más rápido”.
Dentro de la agrupación han atestiguado soluciones entre empresarios de hotelería y restaurantes. Por ejemplo, narró el entrevistado, restaurantes que necesitan inversiones para capital de trabajo y flujo de caja han encontrado socios que inyecten esos recursos, en lugar de recurrir a préstamos o financiamiento tradicional.
“La innovación es para todos. Vips, por ejemplo, está incursionando en el servicio a domicilio, que no es el hilo negro, pero para ellos es transformarse”.
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Pensar fuera de la caja es la herramienta que se requiere. Y reunir grupos con profesionales de diversos campos ayuda a encontrar alternativas más rápido. Las prácticas seguidas en sectores diferentes al que se pertenece pueden resultar útiles en la creación de sinergias, explorar canales de distribución o disminuir costos fijos.
“Veíamos que, por ejemplo, los hoteles en Israel están cambiando sus modelos y en vez de ofrecer tarifas por noche ahora manejan esquemas de renta a mediano plazo, para quienes quieran cambiar de espacio al menos una temporada. Son ventanas de oportunidad que se abren, modelos de negocio que están teniendo éxito”, detalló Stead.
Capacidad de adaptación
En un tiempo de recesión económica la flexibilidad es una maniobra de supervivencia. Así es como la Alta Dirección ha buscado la resiliencia financiera, ya que, según el estudio de KPMG, 52 por ciento de las organizaciones encuestadas no emplearon financiamiento para hacer frente a la pandemia, mientras que 35 % solicitó un financiamiento o reestructuró la deuda de la compañía y 13% buscó nuevas alianzas estratégicas.
Como referencia, las cinco estrategias que la Alta Dirección considera que serán prioritarias en 2021 para mejorar la capacidad de las organizaciones para adaptarse a la disrupción constante, son:
- Centrarse en la experiencia del cliente: 54% (59% empresas grandes, 51% empresas medianas)
- Invertir en digitalizar procesos mediante nuevas soluciones tecnológicas: 50% (57% empresas grandes, 47% empresas medianas)
- Crear nuevos modelos de negocio digitales: 48% (51% empresas grandes, 46% empresas medianas)
- Generar nuevos flujos de ingresos: 40% (28% empresas grandes, 46% empresas medianas)
- Invertir en el desarrollo de nuevas habilidades de la fuerza laboral: 34% (33% empresas grandes, 34% empresas medianas).
Se trata, entonces, de encontrar recursos: en el talento humano de la empresa, en alianzas estratégicas, fusiones y adquisiciones, sociedades… valores que deben usarse estratégicamente para mantener la operación del negocio y ofrecer la escalabilidad para crecer y expandirse cuando llegue la recuperación.