Las nuevas exigencias en higiene y en adopción tecnológica impulsaron al sector turístico al siguiente nivel en competitividad. Y en esto no habrá vuelta atrás.
Las medidas de higiene que debieron tomar los hoteles, restaurantes y otros negocios del sector servicios a partir de la pandemia por COVID-19 representan una evolución de los estándares higiénicos que ya manejaban. Esta es una de las conclusiones a las que se llegó durante el panel “La nueva cultura de higiene, no bajes la guardia”, en ABASTUR Digital 2020.
El encuentro, moderado por Celia Navarrete, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales en Ferias, Exposiciones, Congresos y Convenciones (AMPROFEC), también contó con la participación de Germán González Berna, director de Maison Kayser México y vicepresidente de Canirac, y Javier Puente, presidente de la Hospitality Sales and Marketing Association International (HSMAI) Ciudad de México.
Alta higiene en la operación
Los integrantes de este panel hablaron sobre cómo hoteleros y restaurantes tuvieron que adaptar sus procesos a los nuevos requerimientos de salud y cómo esperan que estos evolucionen conforme avanza la emergencia. “Hemos tenido que aprender a vivir con el coronavirus y cómo podemos reducir su transmisión”, comentó González Berna. Por su parte, Puente consideró que estas medidas han llegado para quedarse y que ahora el gran reto que tiene la industria es llevarlas a la cultura de la empresa.
Hay tres recomendaciones para el público en general: higiene de manos, usar cubrebocas y la sana distancia. En el caso de los servicios de hospitalidad, el protocolo es usar careta y cubrebocas durante todo el turno, así como tener cuidado en el entorno personal y en el transporte público. “Tienes que hablar con los colaboradores, hacerles entender que deben cuidarse ellos para cuidar a sus clientes y reconocer su esfuerzo para seguir las normas”, añadió.
Sobre el trabajo que la industria tuvo que hacer en plena pandemia para implementar estas medidas y capacitar a las personas, añade que una vez que la gente salió, encontró un entorno de seguridad muy cuidado en restaurantes y hoteles. “Se dio cuenta de que estas actividades eran más seguras que otras y que podía regresar a ellas”.
Adopción de tecnología en semanas
Los retos enfrentados y las recetas seguidas son distintos en cada país y en cada destino turístico. “Hoy somos una industria diferente, pues tuvimos que acelerar la adopción de tecnología y reducir el tiempo de trabajo de años a meses”, comentó González Verna.
Un ejemplo de esto, ha sido el check-in electrónico. Algo que ya existía en las aerolíneas, tuvo que implementarse en los hoteles. Otro caso será el acceso a través de códigos QR, algo que se está promoviendo en varias ciudades del mundo para rastrear la cadena de contagios.
¿Cómo cambiará la industria?
Tal como sucedió con la pandemia de influenza H1N1 hace 10 años, cuando el gel antibacterial se quedó como medida de higiene en restaurantes, los protocolos de higiene que se implementaron durante la pandemia de COVID-19 se mantendrán.
“La certeza sanitaria y saber de cuidado es tan importante como la marca. Si no se percibe por el cliente como una absoluta disciplina a lo largo de todo el servicio, no va a ir al negocio”, consideró González Berna. Al respecto, Puente comentó: “Si tienes el protocolo, ganas; si no lo tienes, estás fuera del mercado”.
De acuerdo con González: “Pensar a mediano o largo plazo es demasiado tiempo. El hombre es un ser social y el anhelo por salir, viajar, recuperarnos, crecer y hacer comunidad hará que nos recuperemos con mucha fuerza”. Agregó que, no obstante, aún faltan meses para la recuperación y es necesario tomar conciencia de que este es el punto de inflexión cuando la sociedad debe esforzarse para evitar que se tomen medidas más drásticas para detener la propagación del virus.
