Si algo hay que recordar de este tiempo es el prodigioso esfuerzo que hicieron las empresas turísticas en el país para sacar sus operaciones adelante, contra viento y marea.
El optimismo inicial, generado por la designación de Miguel Torruco como secretario de Turismo federal, se ha desvanecido especialmente durante el último año, debido, primero, a decisiones como la liquidación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), que se encargaba de la coordinación y operación de las campañas nacionales e internacionales para fomentar la visita a destinos turísticos, pero también al adelgazamiento de la Secretaría de Turismo (Sectur) por motivos de austeridad y a la pandemia de COVID-19 que, hasta septiembre de 2020, había ocasionado pérdidas por 10,668 millones de dólares (mdd) en el sector.
Los problemas se iniciaron desde la aprobación del Presupuesto de Egresos 2020, que implicó una reducción de 45% en los recursos asignados a la Secretaría de Turismo, lo que dejó sin fondos programas importantes como el de Pueblos Mágicos, a pesar de las advertencias de la iniciativa privada y autoridades locales sobre las afectaciones de esta decisión.
Si bien Sectur aseguraba a inicios de este año que la inversión existente en cartera para 2020, 2021 y 2022 ascendía a 287,500 millones de pesos (mdp), unas cuantas semanas después las señales en relación con el fomento turístico comenzaron a ser confusas. Cabe decir que, originalmente, ese dinero se vería reflejado en 2,755 proyectos; 89,733 nuevos cuartos de hotel y 78,643 empleos directos.
Y es que pese a haber sido uno de los impulsores de los fines de semana largos en 2006, Miguel Torruco se vio obligado a defenderlos ante el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en enero propuso eliminarlos a partir del inicio del nuevo ciclo escolar. Lo anterior, pese a que, la derrama económica generada por tres fines de semana largos en 2019 había alcanzado los 10, 841 millones de pesos, 2.18 por ciento de la derrama total anual del sector.
Este fue el aperitivo de 2020. Todavía no ocurría esa disrupción mundial llamada COVID-19.
Irrumpe el bicho
Un imprevisto para el turismo a nivel global, y por su puesto para el nacional, fue la aparición del virus SARS-CoV-2 en Asia, razón por la cual —para febrero— alrededor de 70 aerolíneas habían suspendido vuelos desde China a México y el resto del mundo.
Durante ese mes, nuestro país tenía una ocupación hotelera de casi 62% (72.5% en zonas de playa y 52.5 en ciudades), pero esas cifras se reducirían prácticamente hasta cero en muchos lugares con el paso de las semanas.
Los viajes experimentaron casi una parálisis global, de modo que para finales de abril, Sectur reportaba una caída de 78.9% en la llegada de turistas internacionales a México, respecto a febrero, y un desplome del 94.4% en el ingreso de divisas por concepto de visitantes de otros países.
Por si fuera poco, la ocupación hotelera en 70 destinos turísticos monitoreados por las autoridades alcanzó apenas el 2.8%, mientras que en 2019 se había ubicado en 63% (Gráfico 1). De los aproximadamente 300 mil turistas que se alojaron en algún cuarto de hotel en el cuarto mes del año, todos eran nacionales (Gráfico 2), pues los visitantes internacionales que pasaron por nuestro país lo hicieron sólo por razones de negocios en sitios con movilidad y aforo limitados.
Gráfico 1
Porcentaje de ocupación hotelera en 70 centros turísticos
|
Enero |
Febrero |
Marzo |
Abril |
Mayo |
Junio |
2019 |
57.0% |
63.1% |
64.6% |
63.0% |
60.2% |
60.0% |
2020 |
57.2% |
61.9% |
41.4% |
2.8% |
3.1% |
5.7% |
Gráfico 2
Llegada de turistas a cuartos de hotel (en millones de viajeros)
|
Nacionales |
Extranjeros |
Total |
Enero 2019 |
4.4 |
1.8 |
6.2 |
Enero 2020 |
4.7 |
2.1 |
6.8 |
Febrero 2019 |
4.1 |
1.8 |
5.9 |
Febrero 2020 |
4.4 |
2.1 |
6.5 |
Marzo 2019 |
5.2 |
2.4 |
7.6 |
Marzo 2020 |
3.3 |
1.4 |
4.7 |
Abril 2019 |
5.5 |
1.6 |
7.5 |
Abril 2020 |
0.3 |
0.0 |
0.3 |
Mayo 2019 |
5.2 |
1.8 |
6.9 |
Mayo 2020 |
0.4 |
0.0 |
0.4 |
Junio 2019 |
5.0 |
1.9 |
6.9 |
Junio 2020 |
0.6 |
0.1 |
0.7 |
Fuente: Sectur, con información de los 70 centros monitoreados por DataTur.
También dentro de la industria del hospedaje, las plataformas de alojamiento como Airbnb suspendieron su servicio a los viajeros en general para aceptar solamente reservaciones y estadías a trabajadores de la salud relacionados con el combate a la COVID-19, en respuesta a las restricciones sanitarias dictadas por los gobiernos federal y estatales.
Ante el impacto de la crisis, Sectur, secretarías de Turismo estatales y directivos de distintos organismos empresariales, asociaciones y empresas turísticas, acordaron poner en marcha una estrategia digital de promoción turística en tres fases, la primera de las cuales lanzaba el mensaje “Nos vemos pronto”, para no abandonar el posicionamiento de México como destino, mientras que en la tercera fase, relativa a la reapertura plena de actividades del sector se haría un llamado a los viajeros nacionales e internacionales al grito de “México te necesita”.
Esto para activar, a medida de lo posible, al turismo carretero, es decir a los viajeros regionales, para que, en medio de altas medidas de sanitización, pudieran hacer recorridos cortos y estancias de un par de noches, con la idea de lograr la subsistencia de restaurantes, hoteles y algunos servicios relacionados, durante esta temporada.
Descalabro digital
Sin embargo, parte de la estrategia digital sufrió un descalabro en agosto, cuando VisitMexico.com, la gran plataforma de promoción turística del gobierno dejó de operar temporalmente para reaparecer como visitmexico.mx, lo cual afectó las cifras de visitas y el posicionamiento orgánico en inglés y otros idiomas que se lograron a lo largo de varios años de funcionamiento
Así pues, las medidas de confinamiento y el paro de actividades que varios sectores experimentaron de marzo a agosto ante el riesgo de contagios por COVID-19 provocaron un desplome en los ingresos del sector hotelero, que es el que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) Turístico, el cual, a su vez, tuvo en el primer trimestre de este año su mayor caída en 11 años, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A decir de la Asociación de Secretarios de Turismo del país, hasta junio, los problemas de liquidez en las empresas del sector por el impacto de la pandemia y la falta de estímulos o incentivos fiscales ocasionaron una reducción de 982,000 empleos respecto al cierre de 2019, lo cual significa que 23 por ciento de los empleados de la llamada industria sin chimeneas se había quedado sin empleo.
En un escenario poco optimista, pues las estimaciones del propio secretario de Turismo apuntan a que el sector no se recuperará por completo hasta 2023, varios establecimientos se esfuerzan en operar y atraer turistas pese al tope de ocupación del 50% fijado por las autoridades como medida de prevención, mientras que otros han determinado no reabrir, pues consideran que sus costos de operación no alcanzan a ser cubiertos bajo las actuales condiciones.
Para el cierre de 2020, el secretario Torruco se ha propuesto que la estrategia para incentivar el turismo nacional se base en el impulso a las visitas a pueblos mágicos, de tal manera que se instituyó el 5 de octubre como Día Nacional de éstos. Así, días atrás, el gobierno federal decidió darle esta categoría a 11 nuevos destinos, con lo que hoy suman 132 los pueblos mágicos del país.
No obstante, 2020 será un año de pérdidas sensibles. La ocupación hotelera caerá 33.2 puntos porcentuales en promedio. La llegada de turistas internacionales registrará una baja de 44.3%, lo cual implica el arribo de 20 millones de extranjeros menos, mientras que la derrama económica será 54.4% menor a lo captado en 2019.
Este año será recordado como un parteaguas en el sector turístico ( y en el mundo). El uso de las nuevas tecnologías, las normas de sanitización y la creatividad de la supervivencia lo transformaron a largo plazo.