Con una población mundial en aumento, que en esta década llegará a más de 8 mil millones de personas, la demanda de alimentos aumentará, lo que impulsó a usar la tecnología para cambiar modelos agrarios, porque la tierra cultivable se reduce día a día debido a la erosión y la escasez de agua para riego.
La agricultura tradicional ya no representa la eficiencia en productividad y costos que las nuevas circunstancias del mercado exigen, porque se necesita mano de obra, condiciones climáticas favorables, riego, fertilizantes, semillas mejoradas y el uso productos de protección de cultivos contra plagas y enfermedades, entre otros factores.
La tecnología da paso a la agricultura vertical
La agricultura vertical, es una técnica en la cual los cultivos se hacen en niveles como si fueran edificios, donde se hace uso de la tecnología para crear el ambiente propicio para el crecimiento de las plantas como son sensores electrónicos para el suministro de luz LED, temperatura, aireación, riego y nutrientes.
Esta tecnología no requiere de tierra cultivable, ofrece la capacidad de producir durante todo el año, y es altamente sostenible al requerir un menor consumo de agua (90%), y un mayor control sobre las plagas y enfermedades. También maximiza el espacio de producción por metro cúbico (m3) en estructuras bajo invernaderos o cerradas, con ambiente controlado.
Distintos países ya han desarrollado técnicas e infraestructura para agricultura vertical como Japón, Taiwán y Singapur, principalmente, seguidos por Estados Unidos, Holanda, Francia, España y China, donde se cultivan tomates, acelgas, lechugas, espinacas y coles, entre otros.
Se prevé que será de gran utilidad en los próximos años por su gran flexibilidad de ubicación, su alta capacidad para maximizar la producción por unidad de superficie, por contribuir a la seguridad alimentaria y a la preservación del medio ambiente.
La granja vertical más grande del mundo se ubica en Japón, en una fábrica de semiconductores abandonada tras el terremoto de 2011, donde se produce 100 veces más vegetales por metro cuadrado que un campo tradicional, utilizando 99 por ciento menos agua. En ella se producen lechugas de varios tipos y otros vegetales de porte pequeño.
Karma Verde Fresh en México
Karma Verde Fresh (KVF) es una de las primeras operadoras de agricultura vertical n nuestro país con sede en Monterrey, Nuevo León, que produce una variedad de plántulas, verduras de hoja, fresas y frijoles. Esta empresa creó sus propios sistemas de cultivo que se pueden instalar en cualquier entorno urbano para promover la agricultura local.
Fundada en 2016, Leo Lobato y Rafael Cuellar compraron cuatro sistemas de estanterías verticales a una empresa holandesa, pero rápidamente se dieron cuenta que, para que la agricultura vertical tuviera éxito en México y otros países en desarrollo, la tecnología debía ser financieramente accesible para que los productores de cualquier tamaño pudieran desarrollar sus propias granjas urbanas, periurbanas o rurales.
Los costos operativos y de capital que se requieren para la agricultura vertical son altos, por ello Karma Verde Fresh desarrolló su propia tecnología dentro de México, que es lo más accesible posible.
Hoy en día, KVF ha aumentado sus racks de cultivo de cultivo en más del 89% en el mismo espacio y sus luces LED solares utilizan un 21% menos de energía.
Al instalar sistemas de cultivo en numerosas universidades, Karma Verde Fresh espera atraer a los jóvenes a la agricultura vertical y desarrollar negocios en las regiones donde se están estableciendo los sistemas.
La empresa también colabora en proyectos de investigación académicos y participa en North Central Extension & Research Activity–101 (NCERA-101) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) organizado para ayudar a los científicos de plantas a comprender cómo usar la tecnología de ambiente controlado de manera efectiva y consistente.