Llegó el tiempo de incorporar al ambiente de los complejos turísticos todas las medidas y prácticas sanitarias: están aquí para quedarse. ¿Cómo replantearlo en los espacios de su hotel?
En el sector de la hostelería hay una máxima: un hotel es destino. Más allá de un espacio de alojamiento es una experiencia para el visitante, un factor clave para regresar al lugar, para permanecer más tiempo. Y en este juego de conquista turística, el interiorismo es la pieza de seducción central.
Desde la irrupción de la pandemia por el coronavirus SARS-Cov-2 el espacio interior de los hoteles debió albergar nuevos elementos: estaciones de desinfección, filtros de aire, mostradores de registro touchless… parafernalia que se pensó que sería temporal, pero hoy cada vez es más claro que se quedará conviviendo con el personal de los hoteles y los visitantes durante una larga temporada.
¿Es momento de revitalizar algunos aspectos del interiorismo hotelero para asimilar las nuevas prácticas de higiene y distanciamiento social?, ¿Que dejen de ser acciones temporales para formar parte de la operación cotidiana? Sí. Asimilarlos es una forma de ofrecerle al huésped una sensación de cotidianidad y no de emergencia sanitaria, además de dar una certeza operativa en cuestiones de higiene.
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Por eso conversamos con dos arquitectos e interioristas, para que compartieran con Conexiones365 por dónde empezar, qué elementos considerar y dar vectores, puntos de partida, para asimilar la nueva normalidad desde el interior de la industria de la hospitalidad.
José Lew, socio director de ARCO Arquitectura Contemporánea y Germán Velasco, director de Germán Velasco Arquitectos expusieron sus puntos de vista en cuatro aspectos básicos para el interiorismo.
- Aire libre y paisajismo
Por la ventilación natural, óptima para aminorar riesgos de contagio, los espacios bien ventilados y abiertos al aire libre son una constante deseada en este contexto pandémico, así como un deseo común cuando se habla de espacios para el esparcimiento y el descanso.
“Siento que al haber estado tanto tiempo en confinamiento, los espacios al aire libre, así como los espacios verdes toman una importancia significativa”, señala Germán Velasco. “Necesitamos reconectarnos con la naturaleza; obviamente tanto espacios al aire libre, como las áreas verdes serán prioritarios. Entre más ventilado esté un espacio en esta época, mejor”.
Hablar del paisajismo y de un entorno natural exterior que se viva desde adentro es una constante protagónica en las propuestas del interiorismo contemporáneo para la hotelería.
“En nuestra experiencia los espacios al aire libre son vitales para crear la experiencia perfecta en un hotel, el usuario siempre los ha agradecido”, aporta, a su vez, José Lew. “Sin lugar a duda cobrarán más fuerza en nuevos proyectos, poniendo particular interés en crear espacios mejor ventilados en los que la interrelación entre el interior y el exterior sea completa, sin dejar de lado la importancia de aislar las zonas cuando sea necesario y dotarlas de todos los servicios necesarios para que se puedan utilizar en todo momento”.
Y es que, precisamente, una de las tendencias más claras en esta ala del interiorismo es que se disuelva la diferencia entre exterior e interior en los centros de hospedaje: muros transparentes, enormes ventanales, jardines interiores, tragaluces… cada elemento que permita borrar esa frontera es un acierto para huéspedes ávidos de naturaleza y espacios amplios, luego de períodos de confinamiento.
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(La ventilación y la luz natural) “Son elementos que más que decorativos deben de ser arquitectónicos. Las ventanas y la ventilación natural cruzada son conceptos que deben de estar considerados desde el inicio de cualquier proyecto y no deben de faltar en un hotel, sin importar el tipo de hotel del que se trate”, explica Velasco.
Lew, a su vez, coincide con lo anterior y recomienda: “Hay que dejar de diseñarlos como espacios separados, es importante que haya una unificación de todos los ambientes para asegurar la correcta operación de todas las áreas”.
- Apuesta por los espacios comunes
Que los tiempos de la covid-19 también han sido de los más retadores en términos económicos para la industria de la hospitalidad —y para las economías mundiales— no es ningún secreto. Así que las adecuaciones que deban hacerse tienen que ser estratégicas para el negocio. ¿Por dónde empezar, en cuanto a la adaptación de los interiores?
“Comenzaría por las áreas públicas, restaurantes, lobbies, áreas de convivencia para que el usuario se sienta más tranquilo de poder convivir con otros usuarios de una manera sana y segura”, recomienda, categórico, José Lew.
Lo más visible y accesible del complejo hotelero será, también, el primer gancho atractivo para los huéspedes. A decir de Germán Velasco es importante que, al hacer este ejercicio de revitalización, se considere dar una sensación de integralidad a los espacios con el resto de la arquitectura.
“Creo que, si se va a revitalizar, lo haría completamente”, comenta Velasco y apunta: “La experiencia en hotelería debe de ser completa, para que la gente sienta esa seguridad sin preocupación alguna”.
En cuanto al uso de materiales y paletas de color en estos reavivamientos de los espacios comunes, cada experto aporta sus propuestas.
“Los materiales dependen de muchas cosas, del concepto del hotel, del presupuesto... pudieran ser desde materiales naturales hasta porcelanatos (que necesitan menos mantenimiento). En cuanto a la paleta de colores, depende de igual manera del concepto del hotel y del contraste con la paleta de materiales. Las nuevas tendencias de color proponen tonos que nos remitan a la naturaleza”, precisa el líder de Germán Velasco Arquitectos.
En tanto, el director de ARCO Arquitectura contemporánea señala: “No creo que la higiene y desinfección de los espacios y la paleta de colores tenga que tener una relación intrínseca, será mucho más importante poner atención al diseño de los espacios logrando crear ambientes en los que se sienta el bienestar, fáciles de limpiar, de poco mantenimiento y que garanticen una imagen pulcra en el largo plazo”.
- Nuevas integrantes: estaciones de sanitización
Los protocolos de higiene son exigencias estratégicas en la operación cotidiana de hoteles, restaurantes, cafeterías, medios de transporte… y la vida en general. Ahora bien, la improvisación de aditamentos para cumplir con la desinfección de manos y calzado ya debe quedar atrás en complejos turísticos en donde el ambiente y los detalles decorativos lo son todo. ¿Cómo lograrlo?
“Los elementos para la desinfección deben de estar en lugares donde existan accesos o salidas, como por ejemplo en el lobby, en las áreas de consumo, en los baños, al entrar y salir de los elevadores”, describe Germán Velasco. Y añade un aspecto fundamental: la integración. “Estos elementos deben de estar considerados como parte fundamental del hotel, dando especial atención al diseño para que se sientan integrados a la arquitectura (de forma permanente) quizás haciendo el espacio en el piso en el caso de los tapetes para empotrarlos —y que puedan sacarse fácilmente para limpiar o que se diseñe alguno con desagüe integrado y no superpuesto, que parezca temporal—. De igual manera los dispensadores de gel deben de estar integrados”.
José Lew coincide en la importancia de manejar estos elementos bajo un concepto inclusivo, envolvente, en consonancia con el resto de la identidad del proyecto arquitectónico: “Sería ideal que (los elementos de sanitización) se integraran como parte del mobiliario y el diseño de interiores, evitando tener elementos sobrepuestos, lo mejor es buscar soluciones que se conviertan en parte del concepto del hotel”.
- Tecnología touchless ¡Presente!
El dispositivo móvil de los huéspedes (ya sea su celular o tablet), así como las cámaras de biométricos —de reconocimiento facial, por ejemplo— son una constante de la hotelería contemporánea. Ya eran facilitadores de la operación diaria para agilizar, por ejemplo, los procesos de check in y check out, pero ahora se han tornado casi obligatorios, en una era en la que se pretende aminorar el contacto cercano o compartir objetos comunes, para evitar posibles contagios. Bajo esta premisa, la tecnología touchless se ha convertido en una solución también en cuestiones como ordenar el menú del restaurante a partir de su lectura mediante descarga QR o pagar el consumo por transferencia celular.
El interiorismo ha asimilado estos nuevos procedimientos. Y, de acuerdo a lo comentado por los especialistas consultados, incluso con entusiasmo.
“Estas son propuestas muy interesantes que ya existían desde hace tiempo... Estoy a favor de ellas, creo que este tipo de tecnología ahora pasará de ser un lujo a una necesidad por lo que la misma tecnología debe de democratizarse para hacerla más accesible. Este tipo de tecnología sobre todo la de reconocimiento facial ya se utiliza en “ciudades inteligentes”, por ejemplo en el Metro”, dice Velazco.
Los sistemas touchless son una solución muy acertada en estos momentos desde puertas automáticas que nos abran paso entre espacios, en baños la grifería e inodoros, añade.
Por supuesto, para su instalación hay que considerar la interacción con el ambiente (interiorismo), pero también habrá que consultar a un proveedor que nos ayude con datos técnicos, cálculos y demás información para poder hacer las adecuaciones pertinentes en el hotel.
“Creo en general, que el uso de la tecnología siempre debemos de aprovecharlo”, acota José Lew. “Hoy nos damos cuenta que es por el tema de la pandemia específicamente, pero en general es importante encontrar soluciones que ayuden a dar una mejor experiencia para el usuario durante su estancia garantizando su seguridad y confort. Lo ideal sería que se integraran al concepto del hotel, con el diseño de interiores y el mobiliario”.
En un tiempo de recuperación del negocio es conveniente recordar las premisas básicas: el diseño vende. La experiencia del viajero en un hotel construye el destino.
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“Hoy más que nunca los interiores ya tienen un papel muy importante dentro de la arquitectura en general, no podemos pensar en arquitectura sin pensar en los interiores. Los clientes en el género comercial ya entienden que el buen diseño vende, y que funciona. El usuario ya quiere ir a estos lugares específicamente por ver el diseño o a la arquitectura, son más conscientes de la importancia de los ambientes en los que desarrollan sus actividades y por lo mismo más exigentes”, concluye José Lew, socio director de ARCO Arquitectura Contemporánea.
Al interiorismo se suman las prácticas de excelencia que convierten a un hotel en un sitio especial para visitarlo en viajes de negocios, de placer, bleisure o staycations. Se convierte en un objeto del deseo para conocer y revisitar.
“Desde mi punto de vista, los arquitectos e interioristas tenemos la responsabilidad de crear una experiencia única y hacer del hotel, un lugar destino, eso hace que la gente lo recomiende y que regrese. Por la parte del hotel ya teniendo la experiencia, la atención, los alimentos y bebidas deben de ser extraordinarios para que la experiencia sea completa”, puntualiza Germán Velasco, director de Germán Velasco Arquitectos.