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Para nadie es un secreto que la industria de la hospitalidad ha sido una de las más golpeadas por la contingencia ocasionada por COVID-19. Esto incluye al sector hotelero, cuyas reglas del juego deberán adaptarse a una nueva realidad turística.
Marzo y abril han sido meses complicados para el sector económico del país. Esta situación sanitaria sin precedentes ha generado un impacto económico negativo de entre 10 mil a 12 mil millones de pesos en el sector turístico de la Ciudad de México, esto de acuerdo con la Secretaría de Turismo local.
Esto toca muy de cerca a la industria hotelera, pues cifras dadas a conocer por la Secretaría reportan una ocupación de solo el 5% en los hoteles de la ciudad, cuando la cifra promedio oscila entre el 65 y 67 por ciento. Además, de los 650 hoteles que existen en la capital del país, alrededor de 600 se encuentran cerrados. Siendo solo aquellos denominados como hoteles COVID-19 (que hospedan exclusivamente a tripulaciones aéreas, personal médico y turistas extranjeros que no han podido regresar a sus destinos de origen) los que se encuentran en operación.
A la par de la Ciudad de México, otro gran destino turístico que se ha visto afectado es Cancún, cuya principal fuente de empleo son las actividades relacionadas con el esparcimiento y la visita de turistas. La Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres reportó en la tercera semana de abril una ocupación de 2.7% y el cierre de 40,000 habitaciones en tres municipios del norte del estado.
Por su parte, el dirigente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en Cancún, Marcy Pacheco Bezaleel, informó que 95% los establecimientos afiliados al organismo están cerrados.
¿Y la recuperación?
Sabemos que las cosas están complicadas, ahora queremos conocer lo qué nos espera y qué se puede hacer para mejorar la situación. Afortunadamente, las Asociaciones Hoteleras del país están trabajando en conjunto con la industria para proveer estas respuestas y lograr mejores resultados. No obstante, se espera que la recuperación de la industria turística en México tras la crisis del COVID-19 sea lenta, lo que significaría ver una regularización en los niveles de ocupación hotelera hasta diciembre de 2021, o al menos así lo afirmó el Director General de la empresa Hoteles City, Luis Barrios en la videoconferencia "la nueva era del turismo y su liderazgo hacia un desarrollo sostenible y la agenda 2030", el directivo explicó que este escenario se deberá a que el viajero no retomará de inmediato su actividad tanto de vacaciones, como de negocios, sino lo hará de forma escalonada. Por su parte, la especialista en turismo y desarrollo regional de la consultora Deloitte, Tere Solís, coincidió que será una recuperación lenta del sector, donde los primeros que empezarán a viajar serán los turistas nacionales.
Esto solo refuerza la idea de que es necesario adaptarse a una nueva realidad en la industria y generar propuestas e iniciativas que beneficien un cambio en la manera de hacer negocios que conocíamos hasta ahora. Un ejemplo de esto es el aumento que se ha visto en el aumento de herramientas digitales, y de comercio electrónico, mismas que han ayudado en la implementación de medidas de prevención salud pública y de continuidad de las actividades entre los distintos sectores de la población. Un estudio realizado por la empresa PayU, indicó que en México el número de transacciones electrónicas aumentó, sobre todo en supermercados, restaurantes, farmacias, servicios médicos, facturación electrónica y pago de servicios.
Comenzar a perfilar las acciones hacia un cambio de paradigma que permita la continuidad del sector, aún en las situaciones más insospechadas, es una de las medidas que mayor beneficio traerá a la industria y permitirá tener una recuperación que, a pesar de ser tardada, pueda ser sostenible y rentable en todos los aspectos.
