Durante mis 30 años en la industria de los eventos, he vivido grandes catástrofes. Desde las internas que sufren todos los que participan en ella, como robos, huelgas, accidentes, eventos con terribles resultados, peleas por el alcohol y robo intelectual, como las que vienen de fuera, ya sean económicas, políticas, naturales como terremotos o de salud como fue la epidemia del N1H1.
Pero esta hermosa industria que convierte ideas en realidades, apoya al éxito de otras empresas y que reúne a un público con objetivos siempre positivos, hoy está sumamente dolida. El COVID19 le ha puesto el freno de mano sin ningún aviso y si su esencia es la presencia física, este encierro al que nos ha confinado la pandemia ha dejado sin sentido momentáneo a esta industria. Simplemente pareciera que ha desaparecido su naturaleza propia. Como he vivido dentro de esta industria, sé que es una rama de la hospitalidad mucho más fuerte de lo que parece.
El foco se ha puesto en la hotelería y en los restaurantes. Pero para los que hacemos eventos y estamos acostumbrados a trabajar bajo una presión increíble y en ocasiones en las peores condiciones, adaptándonos a lugares donde nunca hubiéramos creído poder operar, o simplemente manejando volumen de gente todos pidiendo atención a la vez, la pandemia sólo nos hará más fuertes. La capacidad de adaptación de la industria de los eventos será la competencia que nos dará las herramientas para reinventar el negocio, reconocer nuestras ventajas más competitivas y las debilidades que habremos de dejar de lado.
Los líderes saben que no pueden dejar la creatividad que les caracteriza, pero deberán utilizar los recursos con los que cuentan. O sea, hacer mucho más con menos. También, al observar a los restauranteros incursionar en el servicio a domicilio, deben entender que, al terminar esta pesadilla, afuera habrá una guerra donde solo sobrevivirán los más fuertes.
Las nuevas reglas del juego disminuirán las concentraciones de personas, al menos en el mediano plazo. Los aforos tenderán a hacerse más pequeños y por consecuencia, los eventos serán de menos personas. Pero con la experiencia de la industria, ni la competencia ni la disminución de personas será un problema toda vez que se sigan ciertas ideas que aquí expongo:
1. Hacer más con menos
2. La liquidez en el mediano plazo será la subsistencia del negocio
3. Ser austeros. Poner nuestros recursos en donde realmente hagan falta
4. Enfoque en el cliente y en el plan de mercadotecnia.
5. Utilizar la tecnología que como hemos visto ahora, ha sido nuestro gran aliado
6. Convenio, sinergias y acuerdos justos con aliados comerciales, proveedores y si fuera necesario, la competencia misma
7. Dejar de pensar que ya pasó, porque puede volver a pasar y hay que estar preparado para esto
8. Tener una visión de negocio mucho más amplia y entender que es necesario plantear muchos nuevos escenarios y diversificación del negocio que blinde cualquier embate similar.
Hay hoy un gran agujero en el sector y si no lo remediamos rápidamente puede acabar con muchos puestos de trabajo.
Y un último y más importante consejo:
Si bien es cierto que ya se han perdido los eventos en esta pandemia, nunca puedes darte el lujo de perder clientes.
Es importante considerar que no hay tiempo que perder y aprovechar este tiempo para el análisis de lo hecho y lo que vamos a hacer, utilizando la experiencia, pero con una visión totalmente diferente. La reactivación de la industria de los eventos está en las manos de sus líderes y su capacidad de aliar a sus empleados en una nueva aventura. No hay espacio en la mente para la derrota. Esto va a pasar y cuando suceda, estoy segura que resurgirán las empresas de eventos como las grandes ganadoras.
Ramona Llergo
Consultora independiente
Con más de 30 años de experiencia en eventos, y siempre interesada en procesos de mejora en la industria, cuenta con una especialización en Eventos de volumen en Design Cuisine Washington y Formación de Sommelier en Centro Culinario Ambrosía. Actualmente es Directora de una Comercializadora de productos para la Industria Gastronómica y es Consultora independiente.